CRITICA ARQUITECTÓNICA SOBRE EL PROYECTO “TEJIDO DUAL”
En este escrito se realizará una crítica arquitectónica sobre el proyecto “Tejido Dual” desarrollado durante el Workshop de arquitectura de Nuevos Territorios. Esta crítica irá guiada por etapas, comenzando desde lo descriptivo, pasando por lo analítico, luego lo interpretativo hasta intentar llegar a lo poético.
“Tejido Dual” es un proyecto desarrollado con un concepto de fondo muy fuerte, pues para llegar al resultado obtenido se investigaron diversos conceptos y teorías que daban una explicación coherente de lo que se pretendía hacer y a lo que se quería llegar. Una de las principales teorías manejadas en este es el dualismo que “es una teoría o sistema de pensamiento que reconoce dos independientes y mutuamente irreductibles principios o sustancias, que son a veces complementarias ¨[1] Las dos independientes principales utilizadas fueron tejido socio-cultural y tejido productivo, y cómo estas al fusionarse forman comunidad ya que se fortalecen las dinámicas sociales, las tradiciones culturales mediante la generación de espacios productivos comunes. Otros conceptos tratados en el proyecto son el de arquitectura del paisaje, que está muy ligado a la utilización de materiales vernáculos que le otorguen una coherencia apropiada con el sitio de implantación y den respuesta a las condiciones particulares del entorno; y el concepto de flexibilidad, en el que se insertan otros como la vivienda productiva, vivienda progresiva, adaptabilidad y sostenibilidad. Con todos estos conceptos se buscaba llegar al principal, a la Vivienda de interés Cultural.
Para el desarrollo formal y funcional del proyecto se utilizaron referentes teóricos y conceptuales como la Vivienda Lethlean en Metung, Australia de Craig Rossetti, en la que se habla de un filtro espacial denominado “verandah”, aludiendo a esos lugares de transición entre el interior, lo privado, las zonas de descanso; un espacio que guía sensorialmente al usuario a ir por las diferentes zonas de la vivienda.
Para mostrar la adaptabilidad y flexibilidad de la vivienda, se proponen varias plantas tipos en las que se muestran diferentes organizaciones espaciales pero siempre conservando la distribución de usos para generar un funcionamiento útil y coherente de la casa, evitando así circulaciones cruzadas y desorganización espacial; los filtros espaciales (circulación) son los encargados de repartir y dirigir hacia la zona privada, social y de servicios.
Un aspecto muy interesante en este proyecto es el manejo de niveles, un juego de alturas de piso que rompe la rigidez con la que se muestra la planta, haciendo que las circulaciones se conviertan en un tema que define muy bien el diseño, siendo la distribución espacial no solo verticalmente sino horizontalmente. Este uso de niveles permite también entender las dinámicas propuestas, usos y actividades como lo son los espacios productivos, enfocados a la siembra (agricultura), o la crianza de animales tales como cerdos, vacas, gallinas, entre otros; espacios comerciales (locales, restaurantes), zonas de socialización, de servicios y parte privada.
Se intenta involucrar el concepto de sostenibilidad mediante varias acciones o aspectos como los espacios productivos, la flexibilidad espacial, el uso de tecnologías para el aprovechamiento de recursos como la recolección de agua lluvia, los baños secos, la maya pedal que produce energía para bombear el agua de los tanques de recolección, la utilización de materiales nativos y su uso en el manejo de fachada para ofrecer una ventilación adecuada y un aprovechamiento de luz natural.
Aunque la intención de este proyecto es muy buena, e intenta abarcar los conceptos inicialmente mencionados, no abarca estos en su totalidad; pues unos se muestran más fuertes y evidentes que otros, y otros simplemente no aparecen en el desarrollo. Más no solo se quedan por fuera aspectos mencionados en el desarrollo teórico-conceptual, una falencia muy clara de “Tejido dual” es la falta de relación con el contexto de implantación, no está indicado el lugar exacto donde se ubica el proyecto, convirtiéndolo en un objeto que puede ubicarse en cualquier sitio. Por este motivo, no se puede realizar un análisis detallado de la relación de este con su lugar y contexto, pues por el momento el único dato conocido es que se implantará en Caimalito, Pereira; una zona de alto riesgo de inundación. En respuesta a esta característica de la zona, las viviendas del proyecto se encuentran levantadas 2.7m del nivel de suelo, como medida de prevención en caso de inundación, este espacio que queda de esta elevación se aprovecha para la crianza de animales (espacio productivo). Sin embargo, más allá de la funcionalidad e intención que se tiene al usar este gesto arquitectónico para beneficio de los usuarios, también acarrea altos niveles de descontextualización visual, si así se le puede llamar a la estética que se sale de lo actual y lo usual de la zona; pues aunque como se dijo anteriormente, Caimalito es una zona inundable, sus viviendas actuales no están hechas con medidas preventivas hacia este problema, por lo cual son construidas a nivel del suelo.
De aquí sale el cuestionamiento acerca de ¿cómo sería la implantación del proyecto a esta zona? ¿Cómo se daría la relación entre lo nuevo y lo existente en la primera planta sin generar simplemente un cambio drástico en la paramentación? ¿Qué acciones o elementos arquitectónicos se pueden proponer para que el proyecto vaya de acuerdo al lugar? La pregunta principal hacia esto sería donde exactamente será la ubicación del nuevo proyecto, para así luego determinar el cómo relacionarlo con lo actual y producir una estrategia para que se dé un tejido entre lo nuevo y lo existente.
Otro aspecto que se encuentra descontextualizado con “Tejido Dual” es el tema de fachada, pues lo que propone el proyecto es el uso de materiales autóctonos de la región como lo es la guadua y sus derivados como la caña lata, esterilla, entre otras. Pero si se ven las fachadas de la actual arquitectura de Caimalito, se puede notar que en la construcción de la mayoría de las casas el uso de estos materiales se ha dejado a un lado, pues se han comenzado a utilizar materiales convencionales como el concreto, bloque, teja de zinc, pañete que lastimosamente ha llevado a perder las tradiciones culturales de la región y ha caído en la arquitectura general que no toma en cuenta para donde se construye. Con esta crítica no se pretende decir que el uso de materiales como la guadua y demás sea erróneo, por el contrario, retomar el uso de materiales propios de la región conllevaría a beneficios tanto para la comunidad como para el territorio, pero esto se debe saber manejar de una forma apropiada, con un proceso de retoma de tradiciones de materiales, técnicas constructivas y diseños propios de Caimalito; es decir, generar una transición entre lo que actualmente está allí y lo que se quiere proponer.
Continuando con el tema de implantación, nace otro cuestionamiento acerca de ubicar las 300 viviendas en un lugar, personalmente me parece que esto si terminaría de sacar de contexto el proyecto, pues como se observó en la salida de campo a Caimalito, cada vivienda es única y generar una propuesta de 300 viviendas sería caer en el error de proponer “un conjunto residencial”, que no responde a las necesidades de los habitantes de la región. Se me hace más coherente ubicar viviendas en diferentes lugares, generando un tejido donde se mimetiza lo existe con lo nuevo, ubicar unas viviendas entre los vacíos que hay entre algunas viviendas, esto, se asemejaría más a la forma en cómo se van construyendo las viviendas allí, no perder esa espontaneidad, no crear una malla rígida de un proyecto llevado al capricho, sino hacer un proyecto que responda a una tradición, a una cultura, a un cierto tipo de usuario y de habitante; la idea no es crear una estandarización de la vivienda allí, por el contrario, es hacer de cada vivienda una unidad particular, con la posibilidad para cada familia de transfórmala e ir dándole su toque único según sus gustos y costumbres, una informalidad controlada.
Pasando a la parte funcional de la vivienda, se puede ver la intención de otorgarle una funcionalidad estricta a cada espacio, separando por zonas según usos los espacios de la casa lo que permite un mejor funcionamiento espacial pues no se verán circulaciones cruzadas y habrán niveles de permeabilidad, pues la privacidad es algo muy importante para el ser humano y debe ser demostrado en su hábitat (vivienda). Este funcionalismo visto en la propuesta lleva a la vez al utilitarismo, entendiendo este como una cualidad útil que resulta valiosa para los individuos, esto se puede relacionar con que la función antecede a la forma. En el proyecto se muestra cómo se van generando espacios con la intención de que estos sean de una u otra manera útiles para sus usuarios dependiendo de sus necesidades y de sus deseos, como por ejemplo las partes de espacios productivos ya sean para agricultura o para la crianza de animales, el uso de las terrazas para descanso o como posibilidad de ampliación de la vivienda, o de ubicación de algún tipo de local comercial. Además, involucrar tecnologías que van con la reutilización de recursos y el aprovechamiento de estos es una estrategia de sostenibilidad económica que pretende el bienestar de los hogares; una vivienda productiva.
Por la intención de hacer que el proyecto se relacionara de una fuerte manera con su contexto, se calló en la suposición de lo que sería conveniente usar al diseñar la vivienda, retomando el caso de las fachadas, el claro ejemplo, pues no es solo utilizar los materiales adecuados que supuestamente respondan con el lugar, esto va más allá de un gesto, es saber cómo manejarlos para lograr lo que se pretende, cómo combinarlos con lo actual, cómo hacer que estos tengan fuerza en la expresión y que realmente logren generar lo que se quiere; en este caso, retomar una tradición y una cultura.
Este y el tema del diseño palafito propuesto son aspectos que aunque van por el camino adecuado, buscando responder al lugar, se desvían un poco al caer en suposiciones y no en un intento por entender verdaderamente lo que es Caimalito, los elementos que lo componen, sus fachadas, caminos, espacios vacíos, actividades allí dadas, su dinámica que lo caracteriza, lo identifica y lo diferencia de otros barrios, zonas, y sectores. Se trata de encontrar la forma de hacer que lo propuesto (retomar el uso materiales autóctonos de la región y viviendas palafitas) denote una estética funcional coherente, o se de una transición que permita re encaminar las tradiciones anteriores, pues es evidente que la arquitectura que se lleva construyendo en Caimalito en la actualidad no responde adecuadamente al territorio, ya sea por variables de diseño, materialidad, funcionalidad espacial u otros aspectos.
[1] Lovejoy, La rebelión contra el dualismo (1930).





