RELATORIA: Sistemas de Proyecto
En el desarrollo de nuestro país y por la influencia de muchas políticas y de la economía se ha dejado a un lado a los clientes y se ha empezado una arquitectura de masas, sin tener en cuenta la integridad de las personas sino el interés económico, por eso nos vemos enfrentados a unos espacios que no se pueden llamar arquitectónicos y en especial las viviendas de interés social en las que se le da a la gente más necesitada un caja con la cantidad mínima de metros, poca o nada habitabilidad que a su vez genera una pésima calidad de vida.
Es necesario cambiar esta forma de pensar y de diseñar, enfocarnos en crear verdaderos espacios arquitectónicos que den una buena calidad a sus habitantes, y sobre todo con esta población vulnerable que necesitan el derecho a un hogar. Para nuestra perspectiva lo mejor es tener un equilibrio entre el co-diseño y el diseño participativo que es la mejor opción para crear identidad y pertenencia de las nuevas viviendas, pero para lograr esto la integración de la comunidad es un punto vital, puesto que no solo se diseña de acuerdo a unos parámetros establecidos si no también respondiendo a las verdaderas necesidades de la comunidad, para así crear verdadera habitabilidad que traerá una verdadera calidad de vida. Además al integrar a la comunidad estamos potencializando la cultura y dándole su real importancia, un factor principal que en nuestro país tanto se ha perdido.
Solo así cambiando nuestro pensamiento y diseñando realmente espacios arquitectónicos podemos empezar a cambiarle la vida pero para bien a las personas y tener la satisfacción de aportar al progreso de nuestro país, con la sencilla tarea de integrar al proceso a las personas y establecer una arquitectura específica y no colectiva y de masas a los cuales como vemos actualmente la gente se tienen que adaptar, diseñar y construir una arquitectura que sea capaz de adaptarse a las necesidades de las personas que la habitan.
Por esta razón también tenemos que nombrar el sentido de la estética de los proyectos. Al estar inmersos en un contexto tan difícil, como lo es Caimalito, donde la población prefieren terminar sus estudios básicos y salir de la comunidad y olvidar cualquier conexión que se relacione con su pueblo de origen, nos da a entender como existe una poca apropiación y una falta de identidad con esta misma. La arquitectura tiene como prioridad y ventaja el desarrollo y la conciencia de generar cambios sociales a través de los espacios creados, comportamientos que en algún momento pueden ser perjudiciales o que terminan en un caos, pueden iniciar un proceso de cambio por medio de los espacios y la estética que la arquitectura logra.
En Caimalito observamos como la pertenencia de los mismos pobladores por sus casas, cada familia tiene algo que mostrar en sus fachadas y sus interiores, desde la que pinta flores amarillas en sus muros hasta la que crea una reja con un diseño natural hermoso. La vivienda, así como se muestra en Caimalito, siempre es el punto de partido del desarrollo de la sociedad, si nosotros pensamos en como la vivienda es capaz de entender los contextos de implantación y dará a conocer las posibles necesidades a resolver puede generar un cambio en los comportamientos.
La vivienda como centro de la comunidad tiene mucho por aportar, pensar en vivienda no solo es pensar en un cascaron para dormir, es pensar en la relación directa con una comunidad, pero como lograr que sea beneficioso y no se convierta en un punto de deterioro, acá es cuando la estética toma su primer paso y es como desde la apropiación de la vivienda y la creatividad de las personas podemos dar una nueva cara, un nuevo contenido y una nueva sensación hacia el exterior, tener una casa que sea digna y estéticamente bella cambia la percepción de los pobladores. La estética es una herramienta de la cual podemos aprovecharnos para generar cambios, comportamientos y pensamientos. Se puede considerar la estética como la apropiación de los espacios y las construcciones, tener una casa bonita hace que nos sintamos a gusto y satisfechos de lo que tenemos y con la disposición, oportunidad y la opción de generar más cambios se puede llegar muy lejos.
Es por este motivo que se deben realizar propuestas creativas de diseño, pues lo que vemos en nuestro país con el tema de vivienda de interés social o aún peor vivienda de interés prioritario, es una réplica de diseños que no corresponden a los lugares de implantación, pues solo se tienen en cuenta unos parámetros nacionales como lo es el área de estas casas, que tengan cierta cantidad de habitaciones, una sala, comedor, cocina y baño pero no se preocupan por realmente entender las necesidades de las personas que van a “habitar” ahí, si es que se le puede llamar a eso “habitar”. En estos proyectos ¿dónde queda el tema de calidad de vida? ¿Se incluye el concepto de sostenibilidad? ¿Qué tan dignos son estos espacios y será que logran desarrollar un sentido de pertenencia en sus usuarios? Estas son preguntas que nos debemos plantear al diseñar un proyecto, integrar varios aspectos y cumplir el verdadero sentido de la arquitectura, como lo indica Vitruvio: utilitas, la utilidad y funcionalidad de los espacios donde se permite generar un ambiente habitable; firmitas, selección de tecnología apropiada y de materiales que garanticen un hábitat seguro y fácil de mantener, con posibilidades; y venustas, incluir en el diseño la belleza, una estética agradable que brinde comodidad y transmita apropiación por parte de sus habitantes. Al incluir estos aspectos posibilitaría llegar a un proyecto arquitectónico sostenible, pues siempre se buscaría atender a necesidades específicas de una comunidad no unas necesidades generales; pues si se aborda cada uno de estos tres aspectos desde la perspectiva de cada lugar se podría llegar a una respuesta habitacional más coherente con estos, que no sea simplemente un objeto aterrizado por unas normas que exigen ciertos parámetros sino un espacio digno para sus habitantes, que involucre el tema ecológico, económico y social para que pueda ser sostenible.
Teniendo en cuenta lo que se habló en la mesa redonda sobre la manera en la que se puede realizar un proyecto o una intervención en una estructura urbana informal es una respuesta compleja en donde se tienen múltiples posiciones y demasiadas experiencias realizadas por diferentes personas. De lo que se habló en la mesa redonda se trataron básicamente dos estrategias para una posible intervención el diseño participativo y el co-diseño después de debatir las dos posiciones, en donde el diseño participativo es un trato por etapas en donde se puede realizar determinadas consultas a los que se les va a realizar el proyecto y el co-diseño donde el arquitecto aprende haciendo una intervención con la comunidad. Se concluye que lo ideal para poder realizar alguna intervención en un determinado territorio es una mescla de las dos ramas del diseño con comunidades en donde el arquitecto trabaja con la comunidad pero tiene una decisión más relevante en las decisiones de diseño. Lo que dejan claro las dos posibilidades de intervención es que toca tener una integración con la comunidad que se está trabajando, toca darle una mayor importancia a esto y no importa el tamaño de la intervención que se haga, lo importante es generar una cohesión social y una gran integración para que el objeto arquitectónico tenga permanencia y posterior mente sea cuidado y respetado. Lo importante es incluir a la comunidad en las decisiones.