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VIC APLICADA AL TRABAJO REALIZADO EN EL WORKSHOP, CAIMALITO Y PALOMINO

 

Durante el workshop realizado del 29 de septiembre al 15 de octubre del presente año, se diseñó una casa que cumpliera con los parámetros de una vivienda de interés cultural. Para esto, se contó con la asesoría del Ingeniero Germán Rubio quien durante la primera semana del taller nos dictó conferencias sobre el uso de la guadua (material principal en el tema a tratar). Más la materialidad no era lo único a tener en cuenta en este proyecto, puesto que este concepto abarca muchas otras cosas como su nombre lo indica, la cultura. Es por esto que en este escrito se hablará acerca de este concepto y como este está siendo entendido.

 

Comenzaré hablando sobre cómo yo entiendo el concepto de “vivienda de interés cultural”; este es un tipo de vivienda que pretende ser coherente con su lugar de implantación, por lo que se tiene en cuenta que los materiales que se utilicen en su elaboración sean materiales propios de la región, con el fin de obtener beneficios estéticos y económicos ya que al utilizar estos materiales se logra una arquitectura relacionada con el lugar y con la cultura de éste fomentando así el patrimonio, y a la vez se disminuyen los costos por factores de transporte, disponibilidad, entre otros. También en la VIC se involucran las técnicas culturalmente apropiadas, que son aquellas técnicas constructivas tradicionales de la región que al ser usadas al igual que los materiales autóctonos otorgan beneficios en cuanto a costos y a nivel cultural pues se retoman tradiciones y se resalta la cultura.

 

Jaime Higuera, en su libro “Arquitectura de tierra” dice:

“el objetivo fundamental para la propuesta de VIC, es desarrollar soluciones de vivienda acorde a los requerimientos y condiciones culturales de los colombianos, en cada una de las regiones. No es solo un modelo arquitectural o un prototipo constructivo, pues la VIC supera estos aspectos, sin desconocer su importancia. Busca ante todo, la creación de una vivienda colombiana inconfundible, racionalizada en las verdaderas necesidades de la familia, sus espacios mínimos para una vivienda digna, la utilización de materiales para su construcción con tecnologías apropiadas, cuyo costo esté al alcance de más número de familias, y al mismo tiempo desarrollada con la participación directa, tanto del núcleo familiar, como de la comunidad, a través de la modalidad del diseño participativo”.[1]

 

Si se mira desde esta perspectiva el trabajo realizado en el workshop, este no podría ser catalogado como VIC, pues aunque se buscó cumplir con los requerimientos y condiciones culturales de Caimalito (lugar al que va dirigido el proyecto), como las técnicas constructivas, los materiales utilizados, el manejo de fachada con el fin de generar confort térmico, ventilación e iluminación natural, prevenir inundaciones interiores a causa de las subidas de nivel del río, otorgar espacios con posibilidad de adaptación y opciones de crecimiento, no se tomaron en cuenta otros factores como lo son la participación directa con la comunidad y los núcleos familiares, el diseño participativo en le VIC juega un papel fundamental ya que esta pretende responder no a necesidades generales sino específicas de una comunidad. Sin embargo lo que se hizo en el workshop es apenas una aproximación y a lo largo del semestre las propuestas tomarán posiblemente otro rumbo e irán evolucionando para así lograr entrar a ser viviendas de interés cultural diseñadas para Caimalito.

 

A continuación haré una descripción de nuestro proyecto, el cual partió desde un programa arquitectónico básico y una distribución espacial funcional: zona social, zona de servicios, espacios de transición y zona privada. Además de esto se tuvieron en cuenta varios conceptos para diseñar la vivienda: progresividad, flexibilidad y sostenibilidad como principales. Para evidenciar la progresividad de la vivienda se generó una planta inicial de 50m2 que cuenta con cocina-comedor (barra multifuncional adaptable), una pequeña sala, dos habitaciones, cuarto húmedo, baño seco y patio de ropas; pero está ubicada en una plataforma a la cual le quedan terrazas en las que en un futuro se les puede construir un espacio y ampliar la vivienda a un área de 71.6m2.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pero no solo tiene la posibilidad de crecimiento vertical, también puede ser progresiva en altura pues se le diseño un espacio (punto fijo; donde en la planta inicial va la pequeña sala) donde iría una escalera para poder tener una segunda planta. Se hicieron dos tipos de segunda planta, una con un área de 34m2 que cuenta con 2 habitaciones, corredor y terraza, y la otra de 50m2 de 2 habitaciones, espacio multifuncional, corredor y terraza.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A pesar de que la vivienda no es totalmente ortogonal, lo que dificulta un poco la flexibilidad de los espacios, logramos llegar a una propuesta flexible en la que los espacios son atemporales y adaptables según las necesidades del usuario. Para esto propusimos varios tipos de planta en los que se demuestra que en un mismo espacio se pueden adaptar distintos ambientes y/o usos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En cuanto a sostenibilidad de la vivienda se propone utilizar materiales ecológicos (no contaminantes) y autóctonos de la región, mediante el diseño y la utilización de estos generar una regulación de la temperatura, así como una adecuada ventilación e iluminación natural ayudada por el tratamiento de fachadas, a la vez se busca otorgar una vivienda productiva que permita a sus habitantes tener solvencia económica a partir de su casa, ya sea con un local en ella o utilizando el espacio productivo propuesto debajo de la casa (levantamiento por pilotes como medida preventiva en caso de que el nivel de rio aumente). En sí, los anteriores dos conceptos explicados entran en la parte de sostenibilidad, pues al proponer una vivienda progresiva se está brindando la opción de crecimiento y mejoramiento, y al lograr la flexibilidad espacial se permite una adaptación según las necesidades.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Continuando con el tema de ¿qué es una vivienda de interés cultural? Nos tenemos primero que preguntar que es cultura. Según la RAE, cultura es “el conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc” [2]

 

Involucrar este concepto en el diseño de una vivienda es entender a profundidad la comunidad a la cual va dirigida el proyecto, como viven, cuáles son sus costumbres, como hacen sus viviendas, como es su expresión. Un referente de este tema aunque no habla de este concepto como tal, pero al entender y conocer su labor podríamos decir que es un claro exponente de la vivienda de interés cultural, es Simón Hosie quien para llegar a proponer proyectos para comunidades en las regiones menos favorecidas del país ha convivido con ellas para lograr entender a fondo sus dinámicas: “Simón Hosie, arquitecto y artista, ha vivido meses en diversas comunidades de Colombia para realizar diseños que sean coherentes con el lugar donde se encuentran” [3]

 

 

En el 2011, Colombia fue protagonista en el festival Folklife del museo Smithsonian en Washington, un evento muy importante que durante casi 50 años ha llevado a Estados Unidos las culturas y tradicionales populares del mundo. En ese año el nombre de la exposición fue “Colombia, La naturaleza de la cultura”, y contó con la participación de 120 personas de diferentes etnias del Caribe, Pacífico, Amazonas, región andina, zona cafetera y llanos orientales quienes recrearon lo más representativo de su respectivas culturas. Todas estas exposiciones estuvieron en un pabellón diseñado por S. Hosie e Ivonne Valencia, unas estructuras hechas en guadua llamadas Hojamantas, cubiertas con lona con la intención de recrear el hábitat de un grupo indígena del Amazonas, y otra estructura de 14m que imita la forma como se han ido formando los barrios de las tres principales ciudades del país. [4]

 

Con esta exposición se pretendía evidenciar cuan diferentes son las regiones de nuestro país, y como la cultura de las personas está completamente ligada a su entorno ambiental, y que por lo tanto sus modos de vida, su adaptación y costumbres varían según la región y las necesidades de su entorno.

 

Retomando la teoría de J. Higuera, quien afirma que la forma como el hombre domina un lugar, como lo domestica, se cobija y protege, está claramente asociado con su cultura… la vivienda es un gesto cultural, evidenciada por los roles que cada individuo cumple en el seno familiar y social, con su bagaje de valores y creencias, independientemente de su capacidad y formación intelectual. [5] Implantar un diseño ajeno a la cultura de las personas es un atentado a sus tradiciones, pues básicamente se les está obligando a cambiar sus costumbres y su modo de vida, que es lo que sucede con los diversos proyectos de vivienda de interés social y prioritario que se proponen actualmente que si nos ponemos a ver no cambian en absoluto de un lugar a otro, puesto que no importa si va dirigido a la región Caribe o a la región Andina estos son iguales en todo sentido ya que se dedican a cumplir los mismos parámetros sin ver más allá de estos, convirtiéndose en objetos aterrizados en un lugar que se alejan completamente de la realidad del contexto y no le permiten a sus habitantes continuar con una identidad propia ni a mostrar sus valores culturales y sus tradiciones.

 

Aquí es donde nos debemos cuestionar sobre la realidad nacional, sobre las políticas actuales de vivienda, las cuales no se preocupan por el bienestar verdadero de los colombianos ¿Por qué continuar con modelos de vivienda de interés prioritario y de interés social? ¿Y si cambiamos estos por modelos de vivienda de interés cultural que vayan acorde al lugar donde serán construidos? ¿Sería posible y útil incluir a las comunidades en el diseño de sus futuras viviendas (diseño participativo) para lograr entender sus modos de vida y retomar los valores culturales?

 

Con el reemplazo propuesto, se reduciría el precio del proyecto, posibilitando el otorgamiento de más viviendas y con áreas más cómodas que les permitan a sus usuarios una mejor calidad de vida. A la vez se lograría una mejora en la economía de la región, ya que los subsidios otorgados podrían quedarse allí en cambio de irse a la industria de construcción. Otro punto a favor es el ámbito patrimonial, pues al usar estos materiales se estaría potencializando la cultura, sus costumbres y tradiciones, generando una valoración de la identidad y destacando las particularidades de la región; pues cada región es única, y así debería ser su arquitectura.

 

En Horcón, Chile se realizó un proyecto llamado “Proyecto Demostrativo Contemporáneo en Chile: Pueblito artesanal de Horcón – Memoria e impacto de una experiencia con la quincha, en el Valle de Elqui”. Aunque no es un proyecto de vivienda, aquí está claramente involucrado el concepto de interés cultural. Los objetivos por los cuales surgió fueron: promover la economía local, estimular las manifestaciones de la cultura local y desarrollar el turismo en una zona deprimida económicamente en la región. Fue construido con materiales locales, recuperando las técnicas locales (quincha tradicional mejorada, en Colombia conocida como bahareque); esta técnica brinda grandes posibilidades térmicas y revalorizó y visibilizó los saberes locales y le otorgo coherencia al concepto “pueblito”. Otros logros de este proyecto fueron la recuperación cultural del saber ancestral, estimulación de la memoria desde las artesanías hasta la arquitectura vernácula y la generación de un espacio de encuentro y promoción social. Para esto se tuvo en cuenta unos criterios de diseño específicos: Utilización de materiales locales y no convencionales, retornar románticamente al pasado (valores culturales tradicionales), responder a las condiciones particulares del lugar con una propuesta de arquitectura con tierra y madera, técnica mixta, (la quincha tradicional del lugar) dentro de la bio-arquitectura sana, racionalización de los recursos locales materiales y humanos, y buscar el desarrollo a través del ecoturismo- promoviendo la cultura local, generando ingresos económicos.[6]

 

Este es un gran ejemplo de “interés cultural” ya que muestra todos los beneficios que se logran al incluir este concepto en una propuesta de diseño ya sea habitacional, urbano, de equipamiento, institucional, entre otros.

 

El trabajo que se realizó con PEI- Nuevos Territorios, tanto en Caimalito, Pereira como en Palomino, La Guajira, tuvo una aproximación más cercana al concepto que estamos trabajando. En ambos casos se trabajó con las comunidades locales, entendiendo cuales eran sus necesidades y permitiendo que ellos fueran los que dieran las ideas de un  posible trabajo a realizar. En Caimalito, hice parte del grupo que trabajó en la realización de una huerta comunal, idea que vino de uno de los niños que colaboró con el proyecto, Juan Pablo. Esta huerta la hicimos con el uso de materiales autóctonos de la región, con la guadua construimos una repisa donde se colocó la huerta hecha en botellas plásticas recicladas con función de materas, en las cuales luego se sembraron semillas de alimentos como tomate, lechuga, etc y plantas herbales. En su elaboración contamos con el apoyo de muchas personas del lugar, quienes iban opinando y compartiendo sus ideas y opiniones sobre el proyecto; al final cada uno de los que participó quedó a cargo del cuidado de una de las plantas de la huerta, que se convirtió en símbolo de responsabilidad y de un futuro espacio productivo.

En Palomino, mi grupo y yo nos encargamos de renovar y construir el nuevo cerramiento de la Casa de la Cultura. Fue un trabajo muy duro debido a las condiciones del lugar, la alta temperatura, los millones de mosquitos, y el agotamiento, pero estos no fueron impedimentos para cumplir con nuestro propósito de darles un lugar agradable a las personas de la comunidad. Comenzamos limpiando el terreno ya que se encontraba lleno de basura, maleza y el pasto sin podar. Se utilizaron las piedras que se encontraron allí mismo para generar una demarcación a la entrada, lo que le dio proporción al espacio y ayudo a dividir el espacio de circulación del espacio de permanencia propuesto. Al espacio de permanencia se le cubrió con arena para generar la sensación de “playita urbana”, cuando los niños vieron esto se les ocurrió la idea de una mini cancha de voleibol (en un futuro). Pintamos el muro y el letrero de “Palomino Cultural –Casa de la Cultura” ya que se encontraba en malas condiciones debido a la humedad y a que no estaba pintado con pintura para exteriores. Para el resto del cerramiento se reciclaron algunos de los materiales encontrados el en lugar como la caña lata y los troncos de madera, lo que nos ayudó a agilizar el trabajo y a reducir los costos de su construcción, aparte le brindo una estética muy coherente con su contexto. La puerta si estaba en muy mal estado por lo cual no fue posible reutilizarla por lo que nos tocó mandar a hacer un marco en madera y comprar tejas de zinc, pintarlas con pintura inoxidable para que se mantenga bien durante más tiempo.

 

Pienso que estos dos trabajos lograron acercarse mucho al concepto, pues al verlos uno se puede dar cuenta que pertenecen realmente a su lugar de implantación; se utilizaron materiales autóctonos encontrados en los lugares, se contó con la participación de la comunidad tanto en la parte creativa como en su realización, y se buscó satisfacer alguna necesidad de la comunidad. Estos, aunque parezcan pequeños proyectos, son grandes proyectos, ya que su alcance a nivel cultural y social es muy alto, pues logró sacar muchas sonrisas y fomentar la identidad de los lugares.

 

[1] HIGUERA, Jaime. Arquitectura de Tierra. Ed Arte y Libro, 2007. P 155 ISBN: 978-958-44-1803-6 

[2] Definición de CULTURA, por la Real Academia Española

[3] Traducido de http://www.northjersey.com/travel/smithsonian-s-annual-folklife-festival-highlights-colombia-1.729114#sthash.QmVKN75D.dpuf el 19 de octubre de 2014.

[4] Tomado de http://www.inspirulina.com/colombia-la-naturaleza-de-la-cultura-en-el-folklife.html el 2 de octubre de 2014

[5] HIGUERA, Jaime. Arquitectura de Tierra. Ed Arte y Libro, 2007. P 156 ISBN: 978-958-44-1803-6}

[6] ARQ. GARZÓN, Lucía. “Proyecto Demostrativo Contemporáneo en Chile: Pueblito artesanal de Horcón – Memoria e impacto de una experiencia con la quincha, en el Valle de Elqui” Material Universal. 13° Valparaiso, Chile. 2013        Click para ir al Articulo del Proyecto

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"La arquitectura debe pertenecer al entorno donde va a situarse y adornar el paisaje en vez de desgraciarlo"

Frank Lloyd Wright

Pontificia Universidad Javeriana

Carrera 7ma #39-45

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Arquitectura y Diseño

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